lunes, 11 de marzo de 2013

LAS MATEMÁTICAS EN LOS MÁS PEQUEÑOS


Los preescolares no son simplemente adultos pequeños en fabricación. Son personas que necesitan que el aprendizaje sea relevante para ellos en el aquí y ahora, y no sólo sobre lo que necesitan saber para el próximo año. De acuerdo con Hunter y Pearn, los planes de lecciones de matemáticas deben incluir actividades relacionadas con los números, formas, unir y separar las cosas, relaciones espaciales, medidas y patrones, y predicción. Hay tres niveles de conocimiento numérico: la memorización, el reconocimiento de número y la correspondencia uno a uno.

Memorización de números

Enseñar a los niños de preescolar a contar comienza poniendo a su disposición actividades relacionadas con el conteo de memoria, lo que significa decir el nombre de los números, pero sin saber nada acerca de lo que significan. Muchas canciones y juegos de dedos hacen hincapié en los números, y una maestra de preescolar puede tomar cualquier canción que los niños sepan y convertirla en una canción de contar de memoria. Por ejemplo, una canción para contar con la melodía de "Mary Had a Little Lamb" es "1, 2, 3, 4, 5, corderitos, 5 corderitos, 5 corderitos, 1, 2, 3, 4, 5, corderitos en una fila.

Reconocimiento de números

El reconocimiento de los números es una habilidad de nivel superior al conteo de memoria y se refiere a la capacidad de reconocer visualmente y nombrar los números. Enseñar a los niños a reconocer los números de una manera funcional podría ser crear un juego llamado "Búsqueda de números". Este juego se puede jugar dentro y fuera del aula. Consiste en pedir a los niños que miren alrededor y encuentren números. El profesor realiza un seguimiento de la cantidad de números que la clase encuentra durante el juego en diferentes ambientes. Esta información se coloca en una tabla para que los niños miren y hagan comparaciones de más, menos, pocos, muchos, etc.

Correspondencia uno a uno

La comprensión de la correspondencia uno a uno es la capacidad de hacer coincidir un número verbal o escrito con un elemento. El dominio de la correspondencia uno a uno permite que un niño cuente al tocar los objetos que se están contando. El desarrollo de esta habilidad requiere práctica significativa como contar el número de platos, vasos y servilletas, a medida que el niño los pone sobre la mesa para la merienda o el almuerzo, contar cuántas escaleras sube y baja, la cantidad de pasos que se necesitan para caminar de una habitación a otra o cuántos crayones hay en la caja. Los niños pueden contar casi todo lo que hacen durante el día.

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